lunes, 10 de septiembre de 2007

Certificaciones de Comercio Justo

Hace algunas semanas les comentaba nuestra idea de trabajar explorando cadenas de suministro para explorar formas en las que información y estándares pueden ayudarlas a ser más efectivas en la distribución del ingreso.

Relacionado con este proyecto, la semana pasada tuve una entrevista con personas de Comercio Justo México. Esta es una organización que define estándares y ofrece orientación a pequeños productores que desean mejorar el desarrollo de sus localidades a través de la venta de productos que cumplen con estándares sociales, de sistemas de gobierno y de protección al medio ambiente, a cambio de poder ser comercializados a un valor mayor al precio de mercado. La prima adicional es, de acuerdo a las reglas y estándares de la organización, dedicada a proyectos de impacto social o ecológico (entre otros) en las comunidades a las que pertenecen los productores.

Ademas de Comercio Justo México, sólo existen dos organismos más promoviendo el Comercio Justo. FLO International, que es una confederación de asociaciones de países de Norteamérica, Europa y Oceanía que tienen como propósito promover el Comercio Justo, y la Federación de Comercio Justo, que es otro organismo internacional promoviendo el comercio Justo. Esta última organización es diferente a las anteriores. En primer lugar, no ofrece un sello o certificación como las primeras dos. Adicionalmente, FLO y Comercio Justo México se especializan en productos alimenticios, mientras que la Fereración de Comercio Justo también incluye productores de artesanías, o proveedores de servicios. En Cuetzalan, Puebla, México, existe un grupo de mujeres que se organizan para vender sus artesanías a un precio justo, pero que además tienen un pequeño hotel/cabañas que mantienen como un proyecto de ecoturismo (Hotel Taselotzin).

Para entender mejor el proceso, estaré visitando Cuetzalan en un par de semanas. El objetivo inicial es visitar a la cooperativa Tosepan Titataniske (Unidos Venceremos), quienes son productores certificados de Comercio Justo México. No obstante, trataré de hospedarme en el Hotel Taselotzin, que a pesar de no estar certificado, pertenece a la Federación de Comercio Justo, pudiendo así recopilar información para comparar ambos sistemas.

Lo que aún se necesita aclarar en el proceso, es cómo estas organizaciones locales y certificadoras (o no) pueden incidir o afectar el desarrollo de proyectos de ciudades digitales. Si alguien puede colaborar con ideas al respecto, serán bienvenidas. Bueno, en realidad existen aún muchos otros aspectos que aclarar, y tal vez muchas otras asociaciones que explorar también.

Hasta pronto.

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