La complejidad de los problemas que enfrentan los gobiernos en el mundo moderno impulsa y promueve el desarrollo de soluciones en las que tienen que intervenir diferentes organizaciones, ya sea gubernamentales o no gubernamentales. Por ejemplo, para resolver los problemas de seguridad en nuestro país, el ejército, la policía federal, las policías estatales y municipales necesitan colaborar para hacer sus esfuerzos más efectivos. La banca en México colabora también con la Secretaría de Hacienda con el propósito de hacer la colección de impuestos más efectiva. Así, es cada vez más común observar alianzas gobierno-gobierno, gobierno-iniciativa privada y gobierno-ONG's.
A lo largo de los años, el Centro de Tecnología para el Gobierno ha observado y/o participado en un sinnúmero de iniciativas con estas características. Aunque el uso de tecnologías de información para facilitar estos intercambios es prometedor, existen una serie de diferencias entre las agencias que colaboran entre sí que dificultan este proceso de colaboración (Dawes and Pardo 2002). Entre ellas se pueden contar las diferencias en misión (construir caminos, educar niños, etc.), tecnología (sistemas operativos, plataformas de hardware, redes, etc.), adaptabilidad (capacidad de responder a los cambios), y estructuras y procesos organizacionales (incluso en organizaciones que tienen propósitos similares).
Una forma de enfrentar estos problemas u obstáculos a la colaboración se da a través del diseño de arquitecturas de Tecnología de Información (TI), que consisten en el plano (similar a los planos de una casa) que guía las decisiones sobre procesos de negocio, decisiones sobre hardware, software y estándares de datos (Haag, Cummings et al. 2004). Asociado a este tema, el programa de la Sociedad de la Información de la CEPAL recientemente publicó un documento de trabajo titulado: "Conceptualización de arquitectura de gobierno electrónico y plataforma de interoperabilidad para América Latina y el Caribe." En este documento, Hernán Moreno y sus colegas elaboran una propuesta de arquitectura de gobierno electrónico para facilitar la interoperabilidad. El concepto de arquitectura, como se presenta en el documento, consiste en una serie de requerimientos de diseño en 4 dimensiones fundamentales: Técnica, semántica, organizacional y de gobernanza. Las dimensiones básicas son tomadas y reinterpretadas del Marco Europeo de Interoperabilidad. En este marco, la dimensión técnica se refiere al uso de estándares en términos de hardware y software, la dimensión semántica se refiere a la existencia de definiciones consistentes y metadatos asociados a la información, y la dimensión organizacional se enfoca en los procesos y servicios de gobierno. Los requerimientos de gobernanza, que se añaden al Marco Europeo, se refiere a formas en las que se logran los acuerdos sobre las otras tres áreas.
Esta arquitectura de gobierno electrónico constituye una propuesta que apunta hacia una dirección interesante. Aunque aún hace falta mucho camino que recorrer y acuerdos que negociar, la idea de contar con un documento guía para América Latina y el Caribe es una idea que parece estar siendo exitosa en los países de la Unión Europea. Vale la pena explorarlo desde el punto de vista de los diferentes documentos rectores en términos de Arquitectura tecnológica con los que cuenten los países de la región para comprender mejor la aplicabilidad de los principios Europeos a nuestros países.
Referencias
Dawes, S. and T. Pardo (2002). Building Collaborative Digital Government Systems: Systemic Constraints and Effective Practices. Advances in Digital Government: Technology, Human Factors, and Policy. W. J. McIver and A. K. Elmagarmid. Boston, MA, Kluwer Academic Publishers: 259-273.
Haag, S., M. Cummings, et al. (2004). Management Information Systems for the Information Age. New York, McGraw-Hill.
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